Aunque no lo crean, en la actualidad hay muchas mujeres que sienten vergüenza por calzar 40 o más. Presten atención en las zapaterías. Las de pie grande siempre pedimos un número más chico y después decimos: ¿es de horma chica? ¿Me traés un número más? Y así vamos subiendo de a poco. Como si el dosificar disminuyera el tamaño real de nuestros pies.